Archive for the ‘Cosas de mi terraza’ Category

Adios Amiga

martes, enero 22nd, 2013

Espero que no me guardes rencor y corras hoy sin dolor por ese sitio donde se han ido ya tantos galguitos.
Prudencia era tu nombre porque la prudencia era la mejor de tus cualidades. Esa galga a la que todos querian pasear, la primer galga que he conocido de cerca, hace ya tiempo… flaquita mia. ¡Cuántas cosas vivimos juntas!! A cuántos perros heridos ayudó tu sola presencia, tu tranquilidad, tu calma.
Tan suave como un peluche, contigo y por ti empezó mi andadura por este mundo de galguitos necesitados de justicia. Por ti seguí recogiendo desgraciaditos y por ti no he parado de llevar la voz de los perros olvidados a todos lados, incluso a sitios donde nadie quiere escuchar.
No se bien que decirte porque nosotras hablabamos poco, pero hacíamos mucho. Has sido la mejor representante de los galgos cuando aun era raro ver a uno como animal de compañía y menos aun en un colegio, con niños pequeños.
Nunca hiciste una trastada, nunca un mal gesto, todo en ti era grande como tu altísimo cuerpo.
Y todos recordaremos siempre a esa galga muy tímida, orejuda, prudente y cariñosa que encabezó una lucha que no podrán parar.
Gracias Prunilda por todo lo que me diste, y espero que tu vida con nosotros te haya alcanzado para olvidar al hijo de puta que te utilizó y te abandonó herida.
Estamos muy triste en casa, porque hay una enorme cama vacía, pero no había manera de quitarte ese dolor que te comía por dentro.
Adios amiga mía. Dile a mi Gordita que la echo de menos. Recuerdo qué equipazo formábamos cuando sólo estábais vosotras tres en casa, con Tita que aquí se queda a ayudarnos a seguir adelante. Ahora somos muchos más, y todo es mas dificil y yo ya estoy muy cansada.
Hasta siempre amiga.

… hay que ser poco imaginativo y mezquino

miércoles, enero 27th, 2010

En este blog llevo ya meses escribiendo lo que pienso y siento según lo que la experiencia me ha ido enseñando en estos años de rescate y recuperación de perros abandonados.

Muchos sitios web se hacen eco de uno u otro de mis escritos cuando siente que mis palabras pueden hacerlas suyas, y eso siempre lo he recibido con muchísimo cariño porque me da la pauta de que no estoy sola en esta lucha, y aunque muchas veces parece que no estamos de acuerdo en los modos y maneras, sí que lo estamos en el fondo.

Hay un sentimiento que crece al respecto de los derechos de los animales, y que mucha gente más se suma a esta lucha si se enteran y comprenden qué es lo que realmente está sucediendo.

Sólo os pido que no seáis mezquinos, siempre podéis publicar lo que escribo con la única condición de que pongáis de dónde lo habéis sacado, y así más gente podrá leer el blog y más gente sabrá qué hacemos y con qué nos enfrentamos las personas que un día decidimos abrir los ojos frente a la barbarie, y hacer lo que mejor podamos en pro de la lucha por el respeto de los derechos de los animales.

Si mis palabras pueden llegar a gente que no sabía que esta lacra existía, si con ellas algunas personas que no saben cómo ayudar a los animales encuentran un camino, si mis escritos consiguen abrir los ojos de aquellos que nunca se habían fijado en la situación de los animales en España, si con algo puedo ayudar a los que tienen problemas con sus perros, y hacer llegar noticias que nos hablan de lo lejos que estamos de la protección animal, si algo de todo esto es promovido por lo que escribo, es genial, es lo que pretendo, porque todo lo que escribo es lo que pienso, y es lo que guía mi trabajo, creo en ello y espero poder contagiar a muchos , a todos si es posible.

Por eso quiero decir que a los que les apetece hacer suyas mis palabras, ¡gracias!, me alegra poner palabras a vuestros pensamientos, pero no olvidéis los derechos, los derechos de los animales, los derechos de las personas, el derecho a firmar lo que escribo con mi nombre, ese es mi derecho, si no respetáis eso no podréis respetar ningún derecho que sea más difícil de conseguir.

Hacia dónde vamos todos

lunes, septiembre 28th, 2009

Pues sí, muerto el humano se acabó la idea, porque somos una sola cosa cuerpo, idea, finalidades. Lo que hace tope es la finitud.

Todas las conductas, sueños y vivencias, tienen su tope en ese fin, impredecible, y desesperante.

Digo desesperante porque es lo que ha hecho que el hombre (genérico) intente encumbrarse en un sitio diosístico, desde donde poder decir ‘puedo no morir’.

Es el conocimiento de la propia muerte la que dispara las ideas, y también el cuerpo hacia la búsqueda de algo más allá donde, en realidad no hay nada.

La realidad, material, real o soñada, ya demostró Freud los efectos idénticos que se desprenden tanto de lo vivido como de lo soñado, o fantaseado. Todo encuentra su tope en la muerte.

El ser humano consiste en eso en ser para morir, sin embargo la idea de ese desconocimiento, de ese no saber qué hay más allá sabiendo que no hay nada, ese conocimiento del desconocimiento es lo que impulsa al ser humano a lo más elevado.

Lo más elevado es lo más humano, la comprensión y aceptación de la finitud de la propia vida.

Este conocimiento se hace insoportable y hace girar al ser humano en un mar de ideas idealizadas. Y consigue guiar a las personas , sujetos de su inconsciente, en un ir y venir de lo espiritual a lo terreno, cuando la realidad es que no hay más que cuerpo, y ni siquiera es algo estático, ni definido, ni inmutable.

El cuerpo es lo real, y todo lo que en el acontece, y todo lo que le atraviesa, incluida, por supuesto, la palabra. Esa palabra que creemos venir de dentro, esa palabra que viene de otros que nos atraviesa, nos constituye, y hasta construye nuestro ser, esa palabra foránea interiorizada, también habla de la finitud, del no poder nunca alcanzar la realidad, porque la realidad es, y no se puede aprehender más que en el instante que ya ha sido.

Seres de paso, nuestro presente no existe, sólo podemos dar cuenta de nuestro pasado, y fallamos, los recuerdos ‘nos traicionan’, la certeza está excluida, porque no podemos revivirlo, es inaprensible.

Quizás sólo seamos una palabra, qué más da, lo que no da igual es que morimos y morimos, no paramos de morir.

La idea de la vida es la que nos libra de nacer muertos, si vivimos es porque una palabra nos sostiene.

Las conductas son sólo una cuestión de idiosincrasias, porque se aprenden, por imitación. Todos somos locos en cuanto nos transculturamos e intentamos vivir donde hay costumbres diferentes a las nuestras.

Un saludo

Marité